Argumento


Dos hombres poderosos enfrentados... ambos tienen un mismo objetivo... Edward Sterling.

Pero si el objetivo en sí no logra decidir a quien de los dos ama más ¿serán ellos capaces de olvidar sus diferencias y compartir el resto de sus vidas, en la misma isla, la misma casa y la misma cama?



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martes, 25 de enero de 2011

Viajando hacia el amor

          Aleksei insistió en poner a disposición de Edward su jet privado para que se trasladara a Atenas, pero el inglés lo rechazó ya que quería llegar por sus propios medios a su destino. El que más lamentó su decisión fue Ivan, el guardaespalda que por insistencia del ruso, lo acompañaría y protegería por todos los meses que duraría su estadía en la acrópolis griega.
          El aeropuerto de Heathrow estaba invadido de personas que iban y venían portando sus equipajes. Los voces femeninas que con tono sensual anunciaban por los altavoces los vuelos prontos a despegar, aligeraban un poco el bullicio que en ese momento reinaba en la terminal aérea.
         Aleksei y su hermana Irina, se encontraban al lado de un nervioso Edward esperando a que el vuelo de Air France que Ivan y el inglés abordarían fuera anunciado. Desde el principio el ruso se opuso a que su amigo viajara en un avión que haría escala en París... le parecía una pérdida de tiempo cuando a su jet privado sólo le hubiera tomado tres horas en llevarlos a Atenas. Pero Edward había tomado esa decisión y él no tuvo más remedio que respetarla.
  • ¿Nervioso? - el ruso preguntó para aligerar un poco el pesado silencio que se había establecido entre ellos.
  • Un poco – respondió el joven diseñador naval – me preocupa que tipo de recepción recibiré – confesó.
  • Si Leander Vasilis sabe lo que le conviene, tendrá que recibirte con los brazos abiertos y si no es así, espero que seas sincero y me lo comuniques – recalcó el magnate ruso.
  • Sabes que nunca te fallaría, te respeto demasiado – respondió el joven Sterling mirando a su amigo directamente a los ojos y su subconsciente le hizo una interrogante ¿Si Aleksei fuera el indicado? Pero rápidamente desechó aquel pensamiento que momentáneamente turbó sus sentidos.
  • Dejen la palabrería y despídanse que acaban de anunciar el vuelo – advirtió Irina – ya tendrán tiempo de hablar cuando se vean de nuevo... y tú – la mujer miró a Edward – recuerda que no debes regalarte tan fácilmente... se supone que eres el amante de mi hermano – aquel último consejo fue dicho con humor y logró que todos los implicados rieran.
    La despedida fue rápida y en menos de media hora Ivan y Edward se encontraban cruzando el canal de la mancha rumbo a una aventura que no sabían qué consecuencias traería.




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         Alexander Vasilis se sentía furioso. Había sido desplazado del proyecto que por tantos años había esperado para poder demostrarles a su primo y a la junta directiva sus capacidades. Entre sus manos se encontraba el memorandum que le informaba que un arquitecto naval inglés lo reemplazaría en el diseño de uno de los proyectos más importantes que el astillero había desarrollado. Aquel desaire, no lo dejaría pasar y decidido abandonó su oficina para dirigirse con paso rápido a la de su primo e ignorando las advertencias de la secretaria, ingresó de forma irrespetuosa al amplio despacho sin importarle que Leander estuviera en ese momento reunido con uno de sus proveedores.
        Afortunadamente, el hombre en cuestión se encontraba despidiéndose y con un asentimiento de cabeza hacia el menor de los primos abandonó la oficina.
  • Dime que esto no es cierto – exigió Alexander alzando el documento que sostenía en sus manos con la esperanza de que todo aquello fuera una pesada broma.
  • No puedo – respondió Leander con pesar, ya que sabía lo que significaba para su primo aquella oportunidad.
  • ¿Porqué? Trabajé muy duro para esto, no puedes desplazarme así como así – se quejó el menor de los primos.
  • Los deseos de nuestros clientes son nuestra prioridad y Aleksei Pávlov puso como condición que Edward Sterling estuviera a cargo del diseño – trató de explicar Leander.
  • Y tu por supuesto no te opusiste ¿cierto? - reclamó Alexander - ¿tienes idea al riesgo que estás tomando al complacer a un hombre que está pensando con su bragueta?
  • No entiendo a qué quieres llegar Xander , pero te puedo decir que los antecedentes del profesional que estará a cargo del proyecto son intachables – agregó el mayor de los Vasilis – lo conocí personalmete hace unos años en Southampton y por lo que tengo entendido ha sido uno de los egresados con las más altas calificaciones que ha habido en la historia de esa universidad.
  • Quizás para lograr esos méritos se abrió de piernas a todos sus maestros... - aquella acusación provocó unos segundos de silencio entre ambos hombres.
  • ¿Qué quieres decir? - preguntó Leander.
  • Me extraña de que no te hayas enterado primito... Edward Sterling y Aleksei Pávlov son amantes.
  • No te creo.
  • Entonces trata de leer las páginas sociales del The Sun ya que últimamente esos dos son su tema más recurrente.
    Leander se levantó para relajar los músculos que como acto reflejo se le habían contraído durante la discusión y se acercó a su interlocutor...
  • No me importa lo que digan y lo que dejen de decir en lo malditos periódicos amarillistas ingleses... Pávlov puso sus condiciones y nosotros vamos a acatarlas – el empresario naviero posó su mirada sobre su primo y éste se amedrentó y levantó los brazos en señal de rendición.
  • Está bien, está bien... pero no te pongas así... haré lo que me digas así que siéntate y sigamos la fiesta en paz.
  • Creo que está demás decirte que tienes prohibido cualquier tipo de acercamiento al señor Sterling.
  • No te preocupes, aprovecharé estos días para tomarme unas vacaciones primo... tú solo preocupate de que el jefe de finanza haga mis depósitos a tiempo.
    El hombre salió del despacho sin darle tiempo a Leander de seguir la conversación.


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              Los hermanos Pávlov esperaron en el aeropuerto hasta que el avión despegó y luego se retiraron para dirigirse a la residencia que poseían en Kingston Palace Garden... una de las zonas residenciales más exclusivas de Londres. Ambos estaban silenciosos, como si necesitaran la presencia de Edward entre ellos para comunicarse.
  • ¿Cuando se lo diras? - interrogó de repente Irina interrumpiendo el silencio
  • ¿Decir qué? - respondió Aleksei maldiciendo por dentro la suspicacia de su hermana menor.
  • No te hagas el tonto Lyosha, hace tiempo que me dí cuenta que te enamoraste de Edward...
  • No soy gay – la corta afirmación dicha por el magnate petrolero fue rotunda.
  • No te he dicho que lo seas... te enamoraste de su alma, no de su cuerpo...
  • No es mujer Irina... no me imagino teniendo sexo con alguien que no tenga grandes senos y una vagina más que dispuesta a recibirme... - los hermanos eran cómplices desde niños y acostumbraban a intercambiar opiniones sobre sus aventuras sexuales – Además hermana, mi deber es casarme y dar un heredero a nuestro apellido... y Edward no es milagroso, por mucho que yo lo ame... - El ruso se sorprendió de sus propias palabras... acababa de confesar a su hermana que amaba a un hombre.
  • ¿Lo ves Lyosha? Estás totalmente enamorado de nuestro mejor amigo y lo vas a perder... acabas de enviarlo a los brazos de otro hombre...
  • Leander Vasilis es totalmente heterosexual Irina y Edward solamente tendrá un mes para poder conquistarlo...
  • ¿Y después, que harás?
  • Como se lo dije... lo meteré a un quirófano y lo convertiré en la mujer que deseo a mi lado... tiene rasgos delicados y un toque de cirugía lo dejará hermoso...
  • Edward no aceptará eso...
  • Es lo único que puedo ofrecerle...
  • Espera... ¿me estás diciendo que quieres que Edward se mutile porque no quieres que nadie sepa que te enamoraste de un hombre?
  • No estoy hablando de mutilación Irina – respondió el hombre con exasperación.
  • ¿Cómo que no? Acaso operar sus organos genitales no lo es...
  • Sus genitales seguirán como siempre... solo será un cambio superficial... jamás obligaría a Edward a realizarse una vaginoplastía...
  • Pero lo pensaste o no sabrías ese término médico hermanito – aguijoneó la joven rusa.
  • Admito que investigué, pero no quiero verlo sometido a todo ese dolor por mi egoísmo...
  • ¿Piensas que obligarlo a que se ponga un implante mamario no es egoísmo? - preguntó la mujer enojada – No te equivoques hermano... si quieres a Edward debes aceptarlo tal como es o si no tendrás que dejarlo libre para que sea feliz...
  • ¡No me jodas!
  • Es la verdad hermano... Edward preferirá perderte como amigo o como futuro amante si le pides una barbaridad así...
  • ¿Que me aconsejas entonces?
  • Aceptarlo tal como es y aceptar esas inclinaciones y deseos que ha despertado en tí después de conocerlo...
  • Te olvidas de los negocios...
  • Nuestro petróleo es tan bueno como el de cualquiera – dijo indiferente Irina – y no creo que dejen de compranos sólo por el hecho de que tu cama la compartes con un hombre... Así que olvidate de tus miedos y piensa en cómo lo harás para conseguir el amor de Edward.
  • Entonces... tengo que hacerme a la idea...
  • De que le harás el amor a un hombre mi querido Lyosha, con todo lo que eso conlleva... chupar su pene, su ano y penetrarlo ahhh y lo más importante, dejarte penetrar por él – aquella última frase lo dejó estupefacto y mirando a su hermana con cara de sorprendido - ¿Qué? Pensabas que a Edward sólo le gusta estar abajo ¿no te acuerdas cuando lo sorprendimos follándose a aquel camarero del Marriott? Para estar con él tendrás que dar y recibir hermano mío, así que ruega que el tal Leander ese no caiga en sus redes y serás el primer hombre que Edward reciba dentro de su cuerpo y él será tu primero.
  • Eres tan fría a veces Irina...
  • Pero asertiva Lyosha. Así que sigue mi consejo y vete preparando para el día en que le declares tu amor a Edward.

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            Edward e Ivan arribaron a suelo griego cinco horas después de haber abandonado Londres. El aeropuerto Elefterios Venizelos bullía de gente. A pesar de ser considerado uno de los terminales aéreos más seguros de Europa, el inglés no se sentía seguro y miraba hacia todos lados en busca del cartel que llevaría su nombre, nervioso al ver a tanta gente y de tantas culturas caminar y chocar entre si, intentando conseguir llegar a tiempo a sus respectivos vuelos. Iván hizo un alto tomándolo firmemente del brazo y lo apartó del camino de un grupo de mujeres guiadas por un hombre con un keffiyeh blanco y agal negro que miró de mala forma a Edward por haberse quedado mirando a una de las féminas que estaba completamente cubierta de negro, dejando a la vista sus ojos.
  • Mire hacia otro lado gospoda (señor)... para los árabes, especialmente los saudíes, es un deshonor lo que usted hace... sus mujeres son intocables incluso con la mirada.
  • ¿Quieres decirme que todas esas mujeres son sus esposas? - preguntó el inglés sorprendido
  • Cuatro de ellas pueden serlos, las demás pueden ser las sirvientas, pero por la buena calidad de su vestimenta, me atrevería a asegurar que son mujeres de la familia...
  • Vaya – dijo el inglés – gracias por la información Iván, uno nunca termina de aprender algo nuevo.
  • Cuando quiera gospoda – respondió el ruso con tono militarizado.
  • Relájate hombre, yo no soy Aleksei – recomendó Edward a su guardespalda mientras miraba hacia todos lados, en busca del cartel que no aparecía por ningún lado, eso comenzaba a irritarlo.
  • Mientras la prensa europea hable de su vinculación amorosa con el gospoda Pávlov, usted debe ser protegido, cualquiera podría tratar de sacar provecho y raptarlo para conseguir un sustancial rescate...
  • Ustedes los rusos, siempre tan exagerados... en fin – el inglés suspiró – tendré que obedecer a mi “novio” entonces.
          El cartel con el nombre de Edward apareció por fin a la vista y ellos se apresuraron al lugar donde se encontraba, pero, la decepción del inglés fue grande al ver que el portador de dicho pedazo de cartón, no era más que el chofer. No seas tonto Edward ¿pensabas que vendría personalmente a buscarte?, se auto recriminó.
          El hombre los guió a través del gran aeropuerto, esquivando a la gente que salía desde las tiendas comerciales o de las cafeterías que el terminal aéreo tenía dentro de sus instalaciones. Con dificultad, ante la gran aglomeración de gente, llegaron hasta el estacionamiento exterior donde se encontraba la limusina, el chofer les abrió la puerta con amabilidad y les invitó a deslizarse al interior, cerró la puerta y luego guardó el equipaje en el porta maletas de largo vehículo. Minutos después la limusina circulaba por la autopista de seis carriles que separaba el aeropuerto de la ciudad. De pronto el chofer enfiló por una desviación...
  • Eh disculpe ¿A donde nos lleva? - preguntó con preocupación el inglés, ya que sus intenciones era llegar pronto al hotel y poder descansar algo antes de entrevistarse con Leander.
  • Vamos al Pireo kyrie – fue la escueta respuesta que recibió en un inglés rudimentario.
         Aquello no se lo esperaba, al parecer, Leander quería entrevistarse con él, en el menor tiempo posible. Eso provocó que el estómago de Edward se encogiera ante el nerviosismo que se apoderó de él.




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           Leander no podía despegar los ojos del monitor. Ante él, las imágenes de Aleksei Pávlov mirando con adoración a Edward Sterling y luego besándolo le parecían imposibles de creer. Su cabeza era un remolino de pensamientos en los que se obligaba a aceptar tal situación. No podía aceptar que un hombre se dejara follar por otro, solo por conseguir un mejor empleo. La forma de escalar en la vida que había elegido el inglés le asqueaba, por lo tanto se propuso tratarlo con la mayor frialdad posible. Edward Sterling venía a su astillero a trabajar y si quería su respeto, tenía que demostrar su valía en el ámbito profesional. Pero si no era así, el inglés sería tratado como una puta más.

10 comentarios:

  1. Hola cielo, que te voy a decir que ya no sepas, me ha encantado, todo lo que escribes los haces con una creatividad increible, con un contenido que no deja nada al zar, un contenido profundo y con miras a un futuro romantico, aunque lleno de obstaculos que espero y deseo los protagonistas superen. Adoro tus escritos y ya sabes que te sigo.
    besos y felicidades por tan maravilloso capitulo.

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  2. Bonito capitulo, me ha gustado mucho, pero eso ya lo sabias... Espero con impaciencia el siguiente.Pienso como Lu tienes una cabezita previligiada. Besitos

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  3. Bueno,se me olvidó comentarte y aunque lo hice en directo contigo lo escribire aqui,que me parece muy bonito hacerte llegar nuestras impresiones,¡que menos!
    La historia se está centrando y nos presentan la situación y un poco el caracter de sus protas (ainsss) y los demas personajes,aunque haya mas que todavia no conocemos.
    Esperamos tus capis y el desarrollo de esta ,que seguro será, genial historia.
    Muchos besos.

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  4. Gracias por el nuevo capitulo, esperare con ansias los próximos. Me encanta como escribes y desarrollas la trama y los personajes de tus historias.

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  5. hola Fadua
    Genial y maravilloso el comienzo del relato. El desarrollo de la trama atrapa al lector. Gracias por compartir tu gran talento. Espera ansiosamente los capítulos siguientes.

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  6. Gracias a tyodos por sus comentarios, espero que los proximos capítulos sean de su agrado. No podré decir que habrá capítulos nuevos bien seguido, ya que estoy embarcada es tres proyectos aparte de los cortos que escribo para el desván jejeje. besitos a todos.

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  7. Hola me encantaron tus blogs
    estoy dejando comentartios en cada uno, me encantaron
    se cuida adios :)

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  8. Hola Fadua, me gusta mucho este primer capítulo de viajando hacia el amor, me tiene intrigada qué encontrará Edward cuando llegue. Me gusta como escribes.
    Si esto es como un parto, espero que a los nueve meses des a luz un nuevo capítulo.
    Un beso.

    Si me permites recomendarte una cantante de origen turca, Sezen Aksu, es maravillosa, yo la vi en directo cuando vino a España en Almeria, me compre todo le que encontré de ella. No se donde he leido que te gusta este tipo de música.

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  9. Hola Fadua! Se que estas en varios proyectos y te tengo que decir que lo que escribis es muy, pero muy bueno. Espero con ansias que continues! Gracias

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  10. Hola, Fadua. Gracias por tu visita y comentario. Te pido disculpas, porque apenas tengo tiempo y no puedo leer lo que escribes, pero te sigo con la promesa de leerte en cuanto acabe los exámenes.

    Un saludo

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