Argumento


Dos hombres poderosos enfrentados... ambos tienen un mismo objetivo... Edward Sterling.

Pero si el objetivo en sí no logra decidir a quien de los dos ama más ¿serán ellos capaces de olvidar sus diferencias y compartir el resto de sus vidas, en la misma isla, la misma casa y la misma cama?



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martes, 30 de noviembre de 2010

Prólogo


Leander se tomó un tiempo de relajo y se levantó de su escritorio para acercarse al gran ventanal que le ofrecía una gran vista de la pequeña bahía, donde se ubicaba el astillero, que había pertenecido a su familia por más de cuatro generaciones. Construir barcos era su vida ya que desde pequeño, había sido entrenado para eso y él sentía el orgullo de ver muchos cruceros y yates de lujo que llevaban la firma de su familia surcando el mediterráneo.
Dirigió su mirada al último proyecto en curso... un yate de motor de setenta y tres metros. Aquel era un ambicioso proyecto que estaba acaparando casi toda su atención, ya que el millonario ruso que lo había encargado, cada día sumaba más excentricidades para añadirle.
Se apartó del ventanal y volvió a su escritorio para sentarse en la gran silla giratoria ubicada detrás de el. Sobre la cubierta de caoba se encontraba un expediente sin abrir. Lo tomó y con cierta desconfianza lo abrió.
El joven profesional que aparecía en la fotografía estaba descrito como un arquitecto naval egresado de una prestigiosa universidad inglesa... la Southampton Solent University donde había estudiado “la espiral del diseño”... su curriculum era buenísimo y actualmente se encontraba trabajando para uno del los más importantes constructores de veleros de Inglaterra.
No le extrañó que Aleksei Pávlov hubiera puesto como condición que el diseño y decoración de su yate, estuviera en manos de aquel joven.
Estudió una vez más la fotografía, ajeno a todo el ruido que los trabajadores hacían y su mente voló a unos cuantos años atrás...

Su vuelo a Londres se había retrasado, por lo tanto llegó a Southampton intranquilo. Le habían invitado a dar una pequeña conferencia sobre construcción y diseño de yates de lujo de alta escala... Se sentía nervioso ya que el hablar en público no era su fuerte, no era que desconfiara de su capacidad de oratoria... sino estar siendo el foco de atención de jóvenes un poco menores que él que lo veían con admiración.
Se ubicó detrás del estrado, presto a comenzar su discurso, cuando la puerta del auditorium se abrió de repente y un chico que no pasaba los veintidós años, entró con los cabellos revueltos y la corbata mal puesta... su agitación demostraba que había tenido que correr para llegar a tiempo. Muchos de los presentes voltearon a ver quien era el desubicado que llegaba tarde, bufaron y luego toda la atención fue puesta sobre él.
Trató de no ser aburrido y lo supo cuando se dió cuenta que todos los jóvenes presentes estaban totalmente concentrados en sus palabras, luego, vinieron las preguntas sobre hidrodinámica, las cuales contestó de forma fluida para que aquellos futuros profesionales, sacaran provecho de sus respuestas.
Horas más tarde, cuando su cuerpo le exigió su dosis de cafeína, sugirió al rector conocer la cafetería y ambos se dirigieron hacia allí.
El recinto estaba muy concurrido, pero a pesar de todo, no tuvieron que esperar mucho para que los atendieran.
Grande fue su sorpresa cuando vio aparecer frente a él al joven que había llegado tarde... el muchacho los saludó y les entregó las cartas y luego se retiró. Leander lo siguió con la mirada y el rector se dio cuenta de su interés.
  • Ese chico es toda una promesa en el diseño naval, es el primero de su clase y ya ha recibido ofertas de algunos de los astilleros de por aquí para su pasantía.
  • Si es el primero de su clase, debería tener una beca completa que le permitiera dedicarse por completo a sus estudios... soy consciente de que muchos universitarios que trabajan, bajan su rendimiento académico – opinó el griego, volviendo una vez más su mirada al joven que en ese momento sonreía, un momento ¿de forma coqueta? A uno de sus compañeros mientras rellenaba su taza de café.
  • Opino lo mismo que usted – respondió el rector con un suspiro – pero no todos nuestros alumnos provienen de familias privilegiadas que los sustenten. Edward, por ejemplo y esto se lo digo de forma confidencial, proviene de un hogar en donde cuya única fuente de ingresos fue su madre y él ahora trabaja para ayudarla.
  • Vaya... entonces nuestro muchacho prodigio es toda una caja de sorpresas – opinó Leander volviendo a dirigir su mirada al joven universitario que en ese momento se dirigía hacia ellos con la jarra del café en una de sus manos dispuesto a servirles. Pero uno de sus compañeros le hizo una mala broma y tropezó, quedando tirado en el suelo y con el café desparramado.
    Los estudiantes reunidos en la cafetería rieron en conjunto y eso a él no le gustó e instintivamente se levantó y se acercó al joven para ayudarle a levantarse.
    Nunca había visto a un hombre llorar y esa tampoco fue la ocasión... el joven tragándose su orgullo, aceptó su ayuda y después le agradeció mirándolo a los ojos. Su mirada estaba abrillantada por las lágrimas que con mucho esfuerzo trataba de retener y luego se alejó de él para seguir trabajando.

Sus recuerdos se vieron interrumpidos por el sonido de tu teléfono móvil, contestó la llamada y su rostro se contrajo por la noticia que estaba recibiendo. Su hijo Leónidas se había envuelto en una pelea en la escuela y se le solicitaba presentarse a conversar con la directora. Terminada la llamada, salió de su oficina y se dirigió al escritorio de su secretaria.
  • Helena, necesito que se habilite una oficina para un integrante que nos acompañará por unos meses
  • Como usted ordene kirie Vasilis – respondió la mujer - ¿alguna en especial?
  • Necesito una que no esté demasiado alejada de la mía y lo más lejos posible de la de mi primo... este proyecto es demasiado importante como para que su egoismo lo malogre.
    La mujer asintió con la cabeza dándole a entender que había comprendido y el se retiró. Minutos después su chofer circulaba las complejas calles que conducían hacia la carretera que unía El Pireo con la ciudad de Atenas.


************************



Edward aún no podía creer que su amigo Aleksei se hubiera atrevido a tanto para satisfacer su más grande anhelo.
  • ¿Cómo te atreviste Lyosha? Nunca pensé que tenías vocación de celestina – el joven diseñador empleaba el diminutivo ruso del nombre de su amigo, cada vez que éste hacía algo fuera de lo común.
  • Eres mi amigo Edward y mi hermana te debe la vida y si tu más grande sueño es que ese griego estirado te lleve a la cama...
  • Pero estás gastándote un dineral...
  • Por un yate de lujo, el cual te hará famoso, porque tu lo decorarás y además hará que por fin sepas lo que es tener sexo de verdad y tires a la basura ese plus anal que encontré por casualidad en una de las gavetas de tu baño – Edward se ruborizó – tienes veintiséis años y aún sigues soñando y sufriendo por ese playboy que va por la vida rompiendo corazones...
  • Pero es que yo sé que si me conociera bien...
  • Por eso estoy haciendo esto Edward... porque sé que cuando te conozca bien, va a encontrar una hermosa persona – el ruso dirigió su mirada hacia uno de los guardaespaldas que se encontraba cerca de ellos – si hasta Sergei que es uno de los hombres más rudos que conozco, se siente atraído por tí.
  • ¿Sabes lo que se rumorea sobre tu y yo? - el inglés preguntó para que su amigo olvidara a su jefe de seguridad
  • ¿Sobre que eres mi amante? Lo sé y no me importa – agregó el ruso – si quieren hablar que hablen, eso indica que soy importante.
  • Pero...
  • ¿Te molesta eso Edward? Porque si es así, puedo desmentirlo... pero gracias a ese rumor he dejado de ser asediado por tanta mujer ambiciosa... ¡Ah Edward! Si hubieras sido mujer ya me habría casado contigo.
  • Deja de molestar y ponte serio Lyosha – reclamó el inglés.
  • Estoy hablando en serio Edward y escúchame bien... si al término del proyecto no has podido conquistar a Leander Vasilis yo personalmente te meteré al quirófano y te transformaré en mujer... - el inglés lo miró extrañado - y me casaré contigo – dicho esto le tomó del mentón y lo besó sorpresivamente... beso que fue correspondido por Edward.
    Nunca antes se habían besado y aquel acto estaba dando comienzo a lo que sería una de las más grandes historias de amor jamás contada.

7 comentarios:

  1. XD,magnifica historia me encanta eres una gran escritora,me tienes atrapada con las tres,eres una maquina y eso me encanta por que me encanta leerte sin mas gracias y saludos.

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  2. Hello. Me encanto el prologo de la historia, esta promete ser muy interesante. Gracias por compartir tus maravillosas historias.

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  3. lindo relato ... mmm fadua me gusto lo que hiciste pero creo que deberias acentuar mas las iamgenes ya que estan tan trasparentes que casi ni se ven un pokiot mas ... un simple consejo pero ia esta bello asi si lo deseas dejar ... saludos bella !! :D

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  4. Genial!! Me encanto, siempre logras atraparme con tus historias n_n

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  5. Fadua maravilloso como siempre, quiero esta historia yaaaaaaaaaaaaa, si soy un poco impaciente lo se pero es que el prologo esta ainnnsssssssss.
    besos amor

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  6. HOLA FADUA, UNA HISTORIA MUY INTERESANTE. ME HA GUSTADO MUCHO EL COMIENZO. QUE DIVERSIDAD DE PERSONAJES QUE HAS CREADO!!!. ESPERO QUE LA PUEDAS SEGUIR PRONTO. MUCHA SUERTE Y GRACIAS POR INVITARME. BESO GRANDE. D.

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  7. Buahhhh,como me dejas siempre así???, este año me como las uvas con los muñones, ya lo dije antes, esta alucinante, ¿va a haber palos?. Más quiero más.
    Alex

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